Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos - La Práctica de Litigios por Lesiones Personales de la Firma resolvió recientemente un caso de resbalón y caída por $345,000.

En octubre de 2013, nuestra clienta visitó su centro comercial cercano para disfrutar de un día de compras. Mientras caminaba hacia la salida y cerca de un quiosco que vendía comida y bebida, resbaló y cayó sobre una mancha húmeda en el suelo de baldosas de mármol. Como consecuencia de la caída, sufrió lesiones en la espalda. Nuestra clienta, incapaz de levantarse tras la caída, fue trasladada por los paramédicos al hospital. Tras recibir el alta hospitalaria, siguió tratándose las lesiones con fisioterapia y un traumatólogo. Finalmente, nuestra clienta fue operada de la parte baja de la espalda.

El equipo judicial de Kanner & Pintaluga, dirigido por Howard Kannerdemandó al centro comercial y a la empresa que atendía el quiosco. La demandante debía demostrar que uno o ambos demandados conocían o deberían haber conocido la mancha de humedad en el suelo que provocó su caída. Los demandados negaron vehementemente tener conocimiento de la situación y culparon a la demandante de no prestar atención y provocar su propia caída. Los demandados incluso solicitaron amparo ante el Tribunal, argumentando que la demandante no podía probar su caso para demostrar que los demandados sabían o deberían haber sabido de la condición peligrosa. Sin embargo, las pruebas practicadas en el caso demostraron lo contrario. El centro comercial utilizó un sistema digital para registrar cuándo fue la última vez que el personal de limpieza revisó y limpió la zona donde se produjo el incidente. Tras analizar las grabaciones digitales, quedó claro que el personal de limpieza no había vigilado la zona, muy transitada, durante aproximadamente 30 minutos.

Además, un acuerdo contractual entre el quiosco y el centro comercial responsabilizaba al quiosquero de la inspección y limpieza de los alrededores del quiosco. Durante la declaración del empleado del quiosco, el abogado litigante Joseph Abdallah descubrió que nunca se notificó, instruyó ni formó al empleado para que inspeccionara alrededor del quiosco en busca de derrames o peligros que pudieran causar resbalones y caídas a los clientes del centro comercial. Como resultado, la zona quedó sin vigilancia hasta que nuestro cliente resbaló y se cayó. Poco antes del juicio, el demandado aceptó la demanda del demandante para resolver el caso por $345.000.

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