Los cinco huracanes más costosos de la historia de Estados Unidos

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Los cinco huracanes más costosos de la historia de Estados Unidos

El impacto financiero de los huracanes en EE.UU.

Los huracanes son algunas de las catástrofes naturales más destructivas de Estados Unidos, y a menudo dejan tras de sí una inmensa cantidad de daño a la propiedady el sufrimiento humano. Con cada década que pasa, los huracanes más costosos de la historia de Estados Unidos han establecido nuevos récords financieros, no sólo debido a las tormentas más fuertes, sino también por el aumento del valor de las viviendas, empresas e infraestructuras concentradas a lo largo de las costas vulnerables. 

Para entender por qué los huracanes causan un impacto financiero tan masivo, primero hay que reconocer cómo los planes de desarrollo, la expansión urbana y las condiciones climáticas influyen en el riesgo de las zonas de alto impacto. El huracán Katrina, el más costoso de la historia de EE.UU., demostró hasta qué punto una poderosa tormenta puede desbordar las infraestructuras y desplazar a poblaciones enteras en un futuro previsible, dejando a los residentes con la duda de qué será lo próximo. 

Estos fuertes tormentas generan fuertes vientos, lluvias torrenciales y mareas tormentosas que inundan las comunidades, llevando a menudo al borde del abismo tanto a los sistemas de seguros como a los organismos gubernamentales de socorro. Y a medida que más estadounidenses se trasladan a las zonas costeras, aumenta el potencial de pérdidas catastróficas. Aprender de lo peor que son capaces de hacer estas catástrofes es clave para proteger mejor la vida y la propiedad en el futuro.

Coste económico y humano

Los efectos económicos de los huracanes van mucho más allá de las secuelas inmediatas. Los daños materiales incluyen casas destrozadas por el viento, edificios comerciales inundados por la marejada ciclónica e infraestructuras vitales como carreteras, puentes y servicios públicos completamente comprometidos e intransitables. Estos daños suelen ascender a decenas o cientos de miles de millones de dólares, y las tormentas más devastadoras se acercan a los $200.000 millones. En el clima actual, la realidad es que las tormentas modernas pueden paralizar ciudades o regiones enteras durante semanas, meses o incluso años.

Más allá de la destrucción de la propiedad, huracanes ponen patas arriba innumerables vidas humanas, con víctimas mortales como resultado directo de tormentas cada vez más fuertes, y supervivientes que a menudo sufren traumas durante años. Comunidades enteras en el lugar de la catástrofe suelen verse desplazadas, lo que provoca el cierre de escuelas, la pérdida de puestos de trabajo y crisis de vivienda. Las poblaciones vulnerables, como los ancianos, las familias con bajos ingresos y las personas con discapacidad, se enfrentan a riesgos desproporcionados, que a menudo son difíciles de afrontar en el momento. El verdadero impacto de los huracanes más costosos se mide no sólo en dólares, sino también en las comunidades y vidas trastornadas, algunas de las cuales puede que nunca se recuperen del todo.

Los 5 huracanes más costosos de la historia de EE.UU.

Estos son los los cinco huracanes más costosos en la historia de Estados Unidos, según los Centros Nacionales de Información Medioambiental (NCEI) de la NOAA en consulta con el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Esta sección pretende ilustrar la magnitud de estas catástrofes y su singular impacto en bienes e infraestructuras. Cada una de estas tormentas causó pérdidas financieras sin precedentes y modificó la forma en que nos preparamos para futuras temporadas de huracanes.

*Las cifras se basan en el índice de precios al consumo de 2024, ajustado a la inflación.

5. Sandy (2012)

Coste: $88.500 millones

Impacto: El huracán Sandy causó daños por valor de $88.500 millones, devastando el noreste, principalmente en Nueva York y Nueva Jersey. Con mareas de tempestad récord, inundaciones y fallos en las infraestructuras, murieron más de 150 personas y millones se quedaron sin electricidad, ya que hogares, metros y negocios se vieron muy afectados.

Respuesta y recuperación: La recuperación supuso más de 1.PT4T50.000 millones de ayuda federal y programas de resiliencia a largo plazo, como mejoras de la protección contra inundaciones y la iniciativa "Rebuild by Design". La tormenta puso de manifiesto importantes lagunas en la preparación costera e impulsó reformas urbanísticas en los estados afectados.

4. María (2017)

Coste: $115.200 millones

Impacto: María azotó Puerto Rico como huracán de categoría 4, causando daños por valor de $115.200 millones y colapsando por completo la red eléctrica de la isla. La tormenta provocó fallos generalizados en las infraestructuras, causó unas 3.000 muertes y desplazó a miles de residentes.

Respuesta y recuperación: La ayuda federal superó los $40.000 millones, pero la respuesta fue ampliamente criticada por lenta e insuficiente. El proceso de recuperación hizo hincapié en la necesidad de un mayor apoyo a los territorios estadounidenses e incluyó importantes inversiones para reconstruir los sistemas eléctrico y sanitario de Puerto Rico.

3. Ian (2022)

Coste: $119.600 millones

Impacto: El huracán Ian tocó tierra en el suroeste de Florida como una potente tormenta de categoría 4, causando daños por valor de $119.600 millones. Destruyó ciudades costeras, inundó amplias zonas del interior y se cobró más de 150 vidas, al tiempo que causaba enormes pérdidas en infraestructuras.

Respuesta y recuperación: Las agencias federales y estatales lanzaron esfuerzos de ayuda a gran escala, incluida la asistencia de la FEMA y el despliegue de la Guardia Nacional. Se gastaron miles de millones en viviendas de emergencia, reparaciones de infraestructuras y restauración medioambiental.

2. Harvey (2017)

Coste: $160,0 mil millones

Impacto: Harvey azotó Texas y Luisiana, causando daños por valor de $160.000 millones debido a unas precipitaciones récord y a unas inundaciones catastróficas. Houston se vio especialmente afectada, con cientos de miles de viviendas y vehículos dañados, lo que provocó más de 100 muertes.

Respuesta y recuperación: Se movilizaron más de 30.000 efectivos de emergencia y el Congreso aprobó ayudas por valor de miles de millones. Los esfuerzos a largo plazo se centraron en mejorar la normativa sobre llanuras inundables, mejorar los sistemas de aguas pluviales e invertir en infraestructuras para prevenir futuras inundaciones a gran escala.

1. Katrina (2005)

Coste: $201.300 millones

Impacto: El Katrina sigue siendo el huracán más costoso de la historia de Estados Unidos, aunque las cifras reales no se conocieron hasta años después de su paso. Devastó Nueva Orleans cuando los diques fallaron, inundando más del 80% de la ciudad, desplazando a más de un millón de personas y causando más de 1.800 muertes.

Respuesta y recuperación: La recuperación supuso más de $120.000 millones de ayuda federal, pero la respuesta lenta y mal coordinada impulsó importantes reformas en la gestión de catástrofes. En los años siguientes, se reconstruyeron los sistemas de diques, se revisó la FEMA y Nueva Orleans experimentó una masiva remodelación urbana y de infraestructuras.

Preguntas frecuentes sobre los huracanes más costosos

Éstas son las preguntas más frecuentes que se hace la gente una vez que conoce los huracanes más impactantes de la historia de EE.UU., y cómo podemos prepararnos mejor y mitigar estas circunstancias en el futuro.

El huracán más costoso de la historia de Estados Unidos es el Katrina, que causó daños por valor de unos 1.400 millones de euros ajustados a la inflación. El Katrina azotó la costa del Golfo, y Nueva Orleans sufrió el impacto más grave debido a la rotura catastrófica de los diques. 

La tormenta causó más de 1.800 muertos y desplazó a más de un millón de residentes. Esta tormenta reconfiguró las políticas nacionales de respuesta ante catástrofes y se convirtió en un referente en materia de preparación y respuesta ante huracanes.

Los huracanes son tan destructivos en EE.UU. porque a menudo azotan zonas con poblaciones densas y bienes inmuebles caros. Ciudades costeras como Miami, Houston y Nueva Orleans han experimentado un rápido desarrollo, lo que significa que más viviendas, empresas e infraestructuras corren peligro cuando llegan las tormentas. 

La combinación de vientos huracanados, mareas de tempestad y lluvias torrenciales puede destruir edificios, inundar barrios e interrumpir servicios esenciales. Además, algunos edificios antiguos son susceptibles porque no están construidos según las normas modernas de resistencia a huracanes, lo que aumenta los daños.

Los huracanes son cada vez más caros por varias razones. La primera es que hoy en día vive más gente que nunca en las regiones costeras, lo que significa que hay más propiedades expuestas al riesgo. En segundo lugar, los costes de construcción y reparación se han disparado en las últimas décadas, por lo que el precio de la recuperación sigue creciendo. 

Por último, el cambio climático contribuye a calentar las aguas, lo que genera tormentas más fuertes, húmedas y lentas, todo lo cual agrava los daños. Todos los huracanes más costosos de la historia de Estados Unidos se han producido en las dos últimas décadas.

Los huracanes causan una amplia gama de daños que se acumulan rápidamente. Los fuertes vientos pueden arrancar tejados, romper ventanas y derribar líneas eléctricas, mientras que las mareas de tempestad y las lluvias inundan las casas, arruinan los cimientos y destruyen todo lo que se encuentra a nivel del suelo, desde muebles hasta sistemas eléctricos. 

Las infraestructuras públicas también se ven muy afectadas, ya que las carreteras, puentes, plantas de tratamiento de agua y redes eléctricas suelen requerir grandes reparaciones después de una tormenta. Las interrupciones de la actividad empresarial también influyen en el coste final, especialmente cuando las economías locales se paralizan durante semanas o incluso meses.

La carga financiera de la recuperación tras un huracán se reparte entre varias partes. Las compañías de seguros cubren una gran parte de los daños causados por el viento y los daños estructurales, pero muchos propietarios se sorprenden al saber que las pólizas de seguro estándar no cubren los daños por inundaciones. Eso suele requerir una póliza de seguro contra inundaciones aparte, que no todo el mundo tiene. 

Además de los seguros privados, la ayuda federal, a menudo a través de la FEMA, y los fondos de emergencia estatales proporcionan miles de millones en ayudas para catástrofes. Por desgracia, para quienes no tienen seguro o tienen un seguro insuficiente, una parte significativa de la recuperación corre de su bolsillo. Esto puede hacer que las comunidades vulnerables pasen apuros tras la catástrofe.

Cada uno de los huracanes más costosos de la historia de Estados Unidos nos ha enseñado algo valioso sobre preparación, infraestructuras y respuesta. El huracán Katrina mostró las terribles consecuencias del mantenimiento deficiente de los diques y la lentitud de la respuesta de emergencia. El huracán Sandy puso de manifiesto la necesidad de proteger contra las mareas de tempestad zonas urbanas que tradicionalmente no se consideraban de alto riesgo. 

Harvey nos enseñó que la expansión urbana sin un drenaje adecuado puede convertir la lluvia en un gran peligro, y María puso de manifiesto la fragilidad de los sistemas eléctricos y sanitarios, que pueden convertirse en un lastre mortal. Estas tormentas han empujado colectivamente a los gobiernos a adoptar mejores códigos de construcción, invertir en la mitigación de las inundaciones y centrarse en la resiliencia climática.

Reducir los efectos de los huracanes en las comunidades es posible con una planificación y una inversión cuidadosas. Reforzar los códigos de construcción, modernizar las infraestructuras obsoletas y preservar las defensas naturales con entornos naturales pueden ayudar a reducir los daños. Las ciudades costeras pueden implantar construcciones elevadas, muros de contención y mejores sistemas de drenaje para minimizar el impacto de las mareas tormentosas y las inundaciones. 

Los sistemas de respuesta de emergencia y las campañas de concienciación pública también desempeñan un papel enorme a la hora de salvar vidas. Si aplicamos las lecciones aprendidas de los huracanes más caros de la historia de Estados Unidos, podremos proteger mejor tanto a los bienes como a las personas de los efectos devastadores de futuras tormentas. Si desea un abogado experto en huracanes que conozca la compleja naturaleza de los huracanes y los daños que dejan tras de sí, póngase en contacto con Kanner y Pintaluga para hablar de un caso de daños materiales o de cualquier otra pregunta que pueda tener sobre pérdidas personales tras el siniestro.